Ingredientes
Para 6-8 personas (como aperitivo)
- 200 g de espárragos verdes (quitando las partes más fibrosas)
- 50 g de almendras tostadas
- ½ cebolla
- 100 g de queso feta
- Unas 16 hojas de menta
- Opcional, para quien le guste un toque ácido, vinagre de manzana, zumo de limón o un poco de ralladura de su piel (solo la parte amarilla)
- Sal
- Pimienta
- Aceite de oliva virgen extra
- Pan, picos o crudités para servir
Preparacion:
1. Picar la cebolla y dorarla en una sartén con un poco de aceite a fuego medio, junto a los espárragos troceados. Cuando tengan color, huelan bien y hayan perdido fuerza -no estén muy duros-, retirar del fuego.
2. Poner en un recipiente o el vaso de la batidora americana y añadir el queso desmenuzado con las manos, un poco de aceite, un par de cucharadas de agua fría, las almendras (reservar unas 10 para decorar) y 12 hojas de menta (reservar el resto).
3. Triturar y rectificar de sal y pimienta. Añadir un poco de agua, limón o vinagre -dependiendo del gusto por el ácido- o aceite hasta conseguir una crema untuosa. Decorar con las almendras reservadas troceadas, las hojas de menta picadas, un chorrito de aceite y pimienta negra recién molida. Servir con pan, picos, regañás o palitos de verduras.
NOTA:
Además de tomarlo como untable, paté o como queráis llamarlo, también se puede convertir fácilmente en una salsa para pasta añadiendo aceite hasta conseguir una textura parecida a la del pesto. Si lo que queremos es una vinagreta para servir con una ensalada o sobre unas patatas y judías verdes al vapor -mejor con un huevo al gusto, para mí hervido cuatro minutos y medio- a esa salsa le añadiremos un poco de limón o vinagre.